La entrega de la quinta parte de los bienes del cónyuge divorciante al cónyugue que carece de lo necesario para su congrua sustentación y su incidencia frente a la figura jurídica de la disolución de la sociedad conyugal, en el Juzgado Tercero de lo Civil del Cantón Riobamba, en el año 2014

Abstract

El motivo de estudio, es que el matrimonio es la unión de un hombre y una mujer, lo cual produce múltiples efectos jurídicos, que van desde la obligación de socorrerse mutuamente, hasta los deberes de la filiación. No obstante, a efectos de la presente investigación se estudiará el efecto inmediato de la sociedad conyugal, que es el acervo de bienes y deudas que se generan de la actividad de cada uno de los cónyuges y sin distinción, benefician y obligan a ambos en igual medida, esto según se determina en el artículo 139 del Código Civil: “Por el hecho del matrimonio celebrado conforme a las leyes ecuatorianas, se contrae sociedad de bienes entre los cónyuges” A pesar de que la sociedad conyugal se genera por evento del matrimonio, esta puede disolverse por el acuerdo de los cónyuges o por la demanda de uno de ellos y constituye la separación del patrimonio, que en síntesis, permite individualizar los bienes y las deudas, que a partir de este acto jurídico pertenecerán solamente al cónyuge adquirente. Artículo 189 y siguientes del Código Civil. Una vez que se ha realizado la disolución de la sociedad conyugal, queda claro que los cónyuges poseen total derecho sobre su patrimonio y consecuentemente sobre todos los bienes que deseen adquirir, por lo cual el otro cónyuge queda excluido de este beneficio. Para esto se creó la figura jurídica de la disolución, pues el espíritu de la norma expresada en los artículos citados anteriormente tiene esta orientación. Dejando en claro la aplicación de estas figuras jurídicas, llama la atención lo determinado en el artículo 112 del Código Civil: “En todo divorcio, el cónyuge que carece de lo necesario para su congrua sustentación, tiene derecho a que se le entregue la quinta parte de los bienes del otro…” El artículo 112 del Código Civil contradice el principio por el cual se creó la disolución de la sociedad conyugal, pues en términos generales y a pesar de que el patrimonio de los cónyuges se encuentra individualizado, el artículo 112 del Código Civil, permite que el cónyuge que no posee los medios económicos necesarios para su congrua sustentación, solicite se le entregue la quinta parte de los bienes del cónyuge divorciante.